Con el estreñimiento ocurre como con otras muchas enfermedades y problemas de la vida, que se le ignora y no se le da la importancia que tiene, o bien se le hace demasiado caso, cayendo en la exageración y la hipocondría, que llevan al frecuente y peligroso abuso de laxantes.
La palabra estreñimiento deriva de la palabra latina stringere que significa apretar o estrechar. En inglés se emplea la palabra constipation, que significa amontonar, obstruir. Veremos más adelante como estos términos encajan muy bien con la interpretación de la medicina psicosomática, sobre la relación entre el cuerpo emocional, lo que sentimos y como lo sentimos, el estado de consciencia, lo que vemos y lo que no vemos, y determinados tipos de personalidad con el estreñimiento.
Qué es el estreñimiento?
Clásicamente, se define el estreñimiento como, la dificultad de defecar y/o el endurecimiento de las heces y el distanciamiento del tiempo entre una y otra evacuación. Esta frecuencia es muy variable de una persona a otra, sobre todo en función del tipo de alimentación y régimen de vida, siendo difícil generalizar la frecuencia deseable.
El estreñimiento es, ante todo, un síntoma. Que puede presentarse de forma aguda y pasajera, como consecuencia de cambios alimenticios, viajes, cambios de residencia, embarazo, etc. O bien manifestarse de forma crónica.
En ambos casos, la mayoría de las veces es de origen funcional, por alteración de las funciones del aparato digestivo, sobre todo debido a una alimentación defectuosa, falta de ejercicio físico, estrés, somatización emocional, medicación alopática y otros factores higiénico-dietéticos negativos, que luego veremos.
El estreñimiento puede ser la causa de problemas de salud
El estreñimiento crónico sin causa orgánica es uno de los problemas de salud más frecuentes hoy en día en el mundo occidental. Y entre las causas que lo producen esta, además de las ya mencionadas, el abuso de laxantes con efecto sintomático, que pueden cronificar el problema. No hay más que ver la gran y variada oferta, así como el puesto preponderante en número de ventas de este tipo de medicamentos, en farmacias y herbolarios.
Además de la incomodidad por el retraso y la sensación de plenitud y peso en el vientre, flatulencia, dolor abdominal o retortijones, el estreñimiento crónico puede afectar a todo el sistema digestivo, alterando la digestión y la absorción de nutrientes, la limpieza de toxinas, el nivel de energía del organismo y el sistema inmunitario.
Por la autointoxicación que conlleva, se ha relaccionado al estreñimiento con una gran variedad de molestias y enfermedades: fatiga, angustia, irritabilidad, pérdida de memoria y cocentración, depresión, insomnio, pesadillas, sequedad y mal sabor de boca, mal aliento, nauseas, colitis, enfermedad diverticular, apendicitis, diabetes, meningitis, miastenia gravis, enfermedades del tiroides, hepatitis, asma, nefritis, hemorroides, varices, ciática, neuralgias, cefaleas, vértigo, palpitaciones, anemia, urticaria y otras erupciones y problemas dermatológicos, enfermedades crónicas inflamatorias y/o autoinmunitarias, como la artritis reumática, el lupous, la espondilitis anquilopoyética, la enfermedad de Crhon, la colitis ulcerosa, incluso el cáncer de colon.
Nuestro organismo siempre nos avisa
Pero esta señal de alarma del cuerpo, que indica que no es capaz de expulsar los residuos de la alimentación y las toxinas fecales adecuadamente, puede ser, a su vez, consecuencia de una enfermedad orgánica.
Por ello, ante todo estreñimiento mantenido, hay que sospechar posibles enfermedades que deben de ser diagnosticadas y tratadas correctamente y lo antes posible, como problemas tiroideos, diabetes, inflamaciones intestinales, intoxicaciones, y otras enfermedades aún más graves, como el cada vez más frecuente cáncer de colón.
Por lo que es conveniente estudiar al paciente con estreñimiento desde un amplio punto de vista, integrador, sintético, teniendo en cuenta los conocimientos tanto de la medicina clásica como de otras escuelas o especialidades médicas más globales u holísticas, la medicina biológica, la dietética, la homeopatía, la acupuntura, la bioenergética, la psiconeuroinmunología, etc…