Desde hace siglos el Aloe vera se ha venido empleando en el tratamiento de numerosas enfermedades gracias a su contenido en diferentes principios activos, entre los que destacan las antraquinonas, vitaminas, minerales y proteínas.
Nombre botánico:
Existen más de 180 especies del género aloe, pero la más beneficiosa de todas ellas recibe la denominación botánica de Aloe vera L., Aloe vulgaris Lam. o también Aloe barbadensis Miller.
Un poco de historia…
El empleo medicinal del aloe data de hace más de 3.500 años, aunque las primeras alusiones a su empleo terapéutico se encontraron en unas tablillas babilónicas que componen el ‘Códice de Hammurabi’ (1.800 años a. C.), los antiguos asirios utilizaban el ‘Siburu’ o ‘Sibaru’ (Aloe vera) como una bebida para la indigestión y los gases.
A pesar de existir referencias anteriores, se considera que el primer registro escrito sobre medicina es del año 1500 a. C. en el ‘Papiro Ebers’. Este documento egipcio deja constancia de que las propiedades curativas de esta planta, ya eran muy apreciadas por esa civilización y en él se describen las diferentes propiedades terapéuticas de esta planta, así como varios preparados con fines medicinales.
A lo largo de la historia, el Aloe vera ha sido utilizado por multitud de personajes históricos desde Cleopatra, Marco Polo o Cristóbal Colón hasta Ghandi; incluso se sabe que Alejandro Magno conquistó la isla de Socotora en Somalia, con el único propósito de poseer la cosecha del lujoso Aloe que se cultivaba allí.